El FBI quiere controlar las comunicaciones en la nube en tiempo real.


Estados Unidos a través del FBI (Oficina Federal de Investigación) tiene como objetivo prioritario para este año 2013, lograr controlar todas las comunicaciones en la nube en tiempo real de servicios como Gmail, Dropbox, Google Voice e incluso juegos en línea. 

Andrew Weissmann, el consejero general del FBI, desveló durante la American Bar Association esta intención, ya que los problemas de seguridad nacional se están incrementando por el auge de las redes sociales y el correo electrónico, siendo cada vez más difícil controlar toda la cantidad ingente de información que circula en la red de redes.

Según la Electronic Communications Privacy aprobada y vigente desde Octubre de 1986, el FBI tiene potestad para interceptar las comunicaciones electrónicas y otra ley, en concreto la Communications Assistance for Law Enforcement Act (vigente desde 1994), autoriza al Gobierno de Estados Unidos a obligar a los diferentes proveedores de internet a instalar herramientas de vigilancia, aunque estas aplicaciones no pueden “espiar” todo el contenido en tiempo real de servicios en la nube, correo electrónico y mensajería instantánea y voz, como por ejemplo el programa de Microsoft, Skype.

Al hilo de estas declaraciones e intenciones del FBI, un portavoz de Google, Chris Gaither, ha manifestado que ya es posible establecer una vigilancia en tiempo real en todos los servicios de la compañía de Mountain View, incluyendo Gmail.

Este último que utiliza un cifrado SSL para realizar la comunicación entre el usuario y los servidores de el gigante de internet, tiene que proporcionar al FBI acceso para que este pueda monitorizar las comunicaciones, siempre en virtud de la norma Wiretap Act.

Otro objetivo de vigilancia, tal y como hemos comentado al principio de la noticia, son los juegos online, ya que según la agencia norteamericana sus chats se están utilizando en muchas ocasiones para organizar y planear actividades criminales.

Recordemos que el FBI tenía un sistema de espionaje en internet denominado "Carnivore", cuya utilización se vió incrementada tras los trágicos atentados del 11-S y que posteriormente fue sustituido por programas comerciales.