La NSA instala spyware en los PC


La NSA (Agencia de seguridad nacional por sus siglas en inglés) tiene un equipo de hackers llamado TAO con poder para introducir software malicioso en los ordenadores que deseen y así poder espiarlos.

Los informes los ha descubierto el diario alemán Der Spiegel y son una vuelta de tuerca más a la información que se está conociendo en los últimos meses.

El espionaje masivo realizado por el gobierno de Estados Unidos parece no tener fin, y cada cierto tiempo van saliendo información que dejan en evidencia los métodos antidemocráticos de un estado que tiene la libertad por bandera.

La chispa que hizo saltar las alarmas sobre la existencia de un grupo de hackers en la NSA ocurrió en Texas en 2010.

Una mañana muchísimos habitantes de un barrio de San Antonio se quedaron encerrados en sus garajes, sin poder coger el coche para ir a trabajar por un fallo masivo en el sistema de apertura de puertas.

La NSA, ante la preocupación y las protestas de los ciudadanos tuvo que admitir que una de las frecuencias en la que transmitía era la misma que la del sistema de apertura de puertas de garajes.

Ese día los texanos se dieron cuenta de hasta qué punto el servicio de espionaje entra en sus vidas.

Spyware

Pero el diario alemán Der Spiegel ha publicado unos informes donde se puede ver que el grupo de hackers de la NSA llamado TAO tiene otras muchas funciones a parte de cerrar puertas de garaje.  

Es capaz de interceptar ordenadores en prácticamente todo el mundo para instalar spyware y así poder controlar ese PC desde cualquier ordenador remoto.

El informe indica cómo trabajan: ‘En estas llamadas “estaciones de carga”, los agentes abren cuidadosamente el paquete con el fin de cargar software malicioso en el sistema electrónico, o incluso instalar componentes de hardware que pueden proporcionar el acceso a una puerta trasera para las agencias de inteligencia.

Todas las etapas posteriores pueden ser conducidas desde la comodidad de una computadora remota’.

Está claro que esta forma de trabajar no debería existir en un estado democrático como es Estados Unidos, pero las últimas noticias confirman que esta forma de actuar lleva operando en el país norteamericano bastante tiempo.

Eso sí, que alguien consiga sacar informes y publicarlos en varios medios de comunicación hace pensar que, al menos, una parte del sistema sigue funcionando.